El judío internacional. Un problema del mundo. Henry Ford no sólo fue un magnífico emprendedor y empresario, sino también un convencido y profundo conocedor de la cuestión judía, hasta el punto de crear en 1920 en la época más próspera de su carrera empresarial un pequeño periódico en Detroit llamado el Dearborn Independent, el cual se volvió muy popular, contando en un inicio hasta con 200.000 lectores habituales y le usó para combatir el excesivo poder mediático y económico de los judíos. El mismo Ford declaró en diversas oportunidades, que existían dos tipos de Wall Street, uno positivo encabezado por los emprendedores americanos y otro destructivo encabezado por los banqueros de origen judío, a los que acusaba de ser los promotores de muchos de los problemas a los que debe hacer frente la humanidad actual. El número de lectores creció extraordinariamente, alcanzando pronto los 700.000, así este libro pronto se convirtió en un libro de cabecera en su época. Ante ésta inesperada crítica leal, noble, sin parcialidad y hasta simpática, el mundo judaico permaneció en suspenso, indeciso y desorientado, imperando un silencio casi de muerte, en espera de acallar a su vez a la prensa. La excitación e interés iban en aumento en toda Norteamérica. Centenares de miles de ciudadanos presintieron en estos artículos de prensa, firmados por Mr. Ford, el germen de la liberación futura de un yugo implacable. Pero entonces el judaísmo esgrimió sus armas predilectas de defensa y ataque: la desfiguración hábil de los hechos, el soborno del adversario, la insidia calumniosa, el insulto ofensivo. Ni un solo intento de refutación imparcial y fundamentada, fue denunciado, aun cuando los artículos condenaban explícitamente la violencia contra los judíos (volumen 4, capítulo 80). Actualmente este libro ha desaparecido prácticamente de los anaqueles de las librerías. Nos parece lícito, pues, que el público tenga la posibilidad de llegar a información original de primera mano gracias a estos documentos históricos.
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